Este grupo portugués de metaleros clásicos lleva ya 25 años haciendo esto, aunque Daytime Stories... Nightmare Tales, del año pasado, representa sólo el tercer álbum completo del quinteto.
Artur Almeida es la referencia más inmediata desde el punto de vista sonoro, ya que su voz suena a veces como la de Bruce Dickinson, además de mantener un poco de las gárgaras de los rockeros de los 70 y de los metaleros de los 80, así como del reciente cantante de Accept, Mark Tornillo. Al resto de la banda le gustan ciertamente Iron Maiden y Accept (no tan obviamente el hair metal), pero se aventuran más hacia el lado del power metal jugando con los riffs de Seventh Son of a Seventh Son y algunas de las chispeantes melodías que Gamma Ray y Helloween han proliferado. Estas 9 canciones pintan a Attick Demons en una luz muy positiva.
Las canciones más directas tienen un impulso positivo, riffs con una producción fuerte y arenosa para respaldar el empuje de las guitarras y la batería, así como dejar algo de brillo para las pistas. 'Contract' y 'Make Your Choice' abren el lanzamiento con este estilo, pasando los riffs con un poco de velocidad, mientras Almeida rasga las voces y los guitarristas golpean los solos con fuerza, lo que añade un nivel extra de emoción sin requerir un ritmo realmente alto. Al ser el estilo base con el que trabaja Attick Demons, puedo ver mucho amor en todos los campos de los fans del metal clásico y melódico, que también debería extenderse a la diversidad mostrada en algunos de los cortes más largos y variados que se ofrecen. El material de balada aparece en cantidades menores, "Hills of Sadness" se siente extremadamente suave en algunos momentos con el acompañamiento de piano en los versos acústicos, aunque nadie sabe por qué "Headbanger" comienza limpio. Normalmente esas canciones de temática metálica ponen su mejor riff y se mantienen en ese camino, el resto de la canción se ciñe más sensiblemente a esta tradición.
Algunas otras sorpresas muestran que Daytime Stories... Nightmare Tales tiene más que un par de trucos para compartir. Renegade" se construye como una verdadera epopeya hasta llegar a un triunfo a medio ritmo, como Primal Fear intenta una vez por álbum, y "O Condestável" revela un sentimiento bastante diferente con sus letras en portugués, ritmos folclóricos y el uso de teclados de apoyo. Si no fuera por las secciones de "woah-oh" y el fuerte uso de las voces cantadas, diría que merece la comparación con un Primordial de heavy metal, especialmente con sus melodías nativas y el riff ondulante que aparece cerca del final formando esa misma sensación de movimiento perpetuo en los mares. En un corte más controlado como 'O Condestável', siento que el exceso vocal podría ser innecesario, ya que los versos más comedidos funcionan bien sin el esfuerzo masivo de contrastarlos. Por lo tanto, mi única espina clavada con la mezcla es el hecho de empujar las voces un poco hacia arriba y compensar bajando la batería un poco más de la cuenta.
A pesar de las pequeñas dificultades, Daytime Stories... Nightmare Tales tiene mucho a su favor, tomando una saludable influencia del power metal de 2 continentes y del heavy metal más típico que nunca pasa de moda. El estado de ánimo está dominado por las orgullosas y francas voces, aunque los pasajes reflexivos dan suficiente variedad, así como el interesante equilibrio logrado durante 'The Revenge of the Sailor King', que funciona más como un cauteloso mid-pacer con ráfagas up-tempo que Stormwitch podría haber escrito recientemente. Al grano: casi cualquier fan del verdadero heavy metal encontrará alegría en lo último de Attick Demons.
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