martes, 4 de mayo de 2021

Burning Hatred - Carnage (320 KBPS)

 



Son muchos los periodos en los que un determinado género del Metal estuvo en auge. A finales de los 70, llegó la NWOBHM y cambió muchas características del Heavy Metal tradicional. En la primera mitad de los 80, hubo un caldero ardiente que dio a luz al Death Metal, al Thrash Metal y al Black Metal, y en la segunda mitad de esta misma década, el Thrash Metal se hizo más evidente, mientras que los otros se adentraron en las profundidades del underground.

A principios de los 90, el Death Metal fue el siguiente en la línea, cuando el Thrash Metal parecía estar muriendo de agotamiento (debido al gran número de bandas). El asesinato de Euronymous en Noruega el 08/1993 fue el factor que convirtió al Black Metal en el género de Metal más destacado en la segunda mitad de los 90, junto con las primeras bandas de lo que llamamos Power Metal Melódico/Sinfónico. Así que estar enamorado de estos formatos del Metal no es un crimen en absoluto, pero si estás pensando en montar una banda y emular esos formatos, debo decirte una cosa importante: hazlo a tu manera, no a la de otros, para construir algo diferente. El quinteto holandés BURNING HATRED muestra un buen trabajo en su primer álbum, llamado "Carnage", pero podrían ser mejores.

Tocan en un formato que recuerda mucho al de las bandas de la primera ola del Death Metal sueco y holandés. Nombres como DISMEMBER, GOD DETHRONED y SINISTER vienen fácilmente a nuestra mente, pero todavía tienen que madurar mucho su visión musical, porque están demasiado cerca de sus influencias, sin escapar aun de sus sombras. Tienen una identidad musical, pero está oprimida por la necesidad de sonar como muchas de estas antiguas bandas. 

Esta es una característica que, en un mundo musical tan competitivo como el del Metal en estos tiempos que vivimos es un pecado mortal. Cuando el disco comienza a sonar, podemos escuchar claramente que la calidad del sonido es muy buena. Además del estilo Old School de la banda, con esas melodías crudas y desagradables que utilizaban los grandes referentes a principios de los 90, utilizan una sonoridad que nos permite a todos entender lo que están tocando. Es una diferencia entre todas esas bandas que intentan ser una "banda de Death Metal de los 90".

Desatando su furia en 10 canciones, es fácil entender que tienen un buen talento para el estilo, pero deben huir de sus influencias. La atmósfera dura con riffs ruidosos de "The Rawagede Massacre", las partes lentas fúnebres de "Reign of Horror" y "Carnage of War", el muy buen trabajo del bajo y la batería en "Religious Insanity", y las buenas voces que se presentan en "Doomed City" son pruebas de que tienen un gran potencial musical en el género, pero deben trabajar para superar la fuerza de sus influencias musicales.

Es un buen trabajo, pero podría ser mejor.




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