Cacophony - Go Off! (320 KBPS)

 

El segundo álbum de Cacophony, Go Off! muestra una inmensa cantidad de desarrollo en muy poco tiempo. Desgraciadamente, este es también el último álbum que lograron producir, ya que poco después de su lanzamiento Marty Friedman se unió a Megadeth, y Jason Becker se asoció con David Lee Roth.

Al igual que su predecesor, Speed Metal Symphony, Go Off! es sin duda uno de los álbumes más importantes de la guitarra shred, y en su forma más básica, un álbum infernal. En primer lugar, tengo que mencionar que la producción de este álbum es mejor que la de SMS, pero sigue sin ser mejor que la media en general. La reverberación que plagó su debut se ha atenuado, pero sigue estando presente hasta cierto punto. Se ha eliminado de las voces y las guitarras, pero sigue siendo un factor en la batería. Gran parte de la retroalimentación que estaba presente en SMS ha desaparecido en este álbum, lo que es bueno porque todos los instrumentos se pueden escuchar claramente ahora. Las guitarras todavía suenan un poco flojas a veces, pero eso se puede pasar por alto debido a la increíble habilidad que está presente. En resumen, la producción de Go Off! es un pequeño paso adelante respecto a su debut.

Una cosa que no ha cambiado es la innegable habilidad de los guitarristas, y cofundadores, Marty Friedman y Jason Becker. Sus habilidades melódicas mejoraron, y esto es evidente en temas como "E.S.P" y "Black Cat", donde el trabajo de la guitarra es atmosférico y añade un nuevo nivel a las respectivas canciones. Una cosa que nunca ha sido un problema con ninguno de los dos guitarristas es la sensación de su forma de tocar, y en este álbum es muy fuerte. Son lo suficientemente inteligentes como para saber que ciertas canciones requieren ciertos tipos de solos. En el tema que da título al disco, "Go Off!", mezclan el sweep picking, con ejecuciones melódicas y líricas, y el shredding armonizado; sobre el papel parece que esto sería una verdadera cacofonía (sin juego de palabras) de una línea principal, pero está muy bien escrito y ejecutado. Una desventaja del tema es que las guitarras de la introducción suenan muy finas y molestas. El elemento neoclásico se ha atenuado ligeramente en este álbum, y a su vez se ha cambiado por un sonido de rock más directo, pero sigue siendo evidente en algunas pistas seleccionadas.

El trabajo rítmico en este álbum también se ha intensificado. En SMS, había unos pocos ritmos excelentes, y en su mayor parte todo era bueno, pero en Go Off! los temas están plagados de riffs y rellenos agresivos. "X-Ray Eyes", la canción que abre el álbum, recuerda a la primera canción "Savage" de SMS, y al igual que ésta, comienza y termina con una nota agresiva. "Sword of the Warrior" es, en mi opinión, el tema más agresivo que Cacophony ha conseguido escribir en su corta etapa como banda. Esto se debe en gran parte a la batería, que a diferencia de su debut es innegablemente genial.

La batería de este álbum fue manejada por Deen Castronovo, a pesar de tener la foto de Kenny Stayropoulous en las notas de presentación. El contrabajo se utiliza a lo largo de todo el álbum, y se utiliza bien. En lugar de tener un rollo constante para la totalidad del álbum, se utiliza sólo para acentuar los riffs de guitarra o añadir a la pared de sonido bajo los solos. Los rellenos del álbum son buenos, nada especial, pero sólidos. En temas como "Sword of the Warrior" y "Stranger" la batería encaja como un guante, combinando la cantidad justa de tecnicismo con un simple ritmo de 4/4.

Sin embargo, a diferencia del primer álbum, el bajo no está presente de forma constante, y sólo aparece en algunos puntos. Por desgracia, no hay mucho más que decir al respecto.

Las voces del álbum también son mucho mejores. A lo largo de todo el álbum están afinadas y son potentes. El estilo vocal de Peter Marrino encaja muy bien con el aspecto musical de la banda, y realmente hace llegar a casa las letras que está entregando. En el lado negativo, las letras que entrega no son tan buenas.

En general, este álbum es un paso adelante de su debut Speed ​​Metal Symphony musical y vocalmente. El trabajo de guitarra es fenomenal y la batería es genial. La voz tampoco está nada mal. Desafortunadamente, la letra y el bajo dejan algo que desear. Se lo recomendaría a cualquier fanático del trabajo en solitario de Jason Becker o Marty Friedman, el speed metal, el metal neoclásico o simplemente la música ruda en general.