Recuerdo que cuando este álbum salió por primera vez, allá por 1993, tuvo un impacto bastante grande y fue percibido con entusiasmo y comentarios bastante alentadores por parte de la prensa. El video del sencillo “Roll The Fire” se convirtió en un pequeño éxito y apareció en las pantallas de MTV con bastante frecuencia. Se consideraba que Conception era la próxima gran esperanza del power/metal progresivo. Desafortunadamente para el grupo, esta repentina fama resultó ser más dañina que beneficiosa. Siendo una banda que siempre estaba ansiosa por experimentar con su música, Conception optó por modificar ligeramente su estilo con su próximo álbum, “In Your Multitude”, y por consecuencia quedaron virtualmente en el olvido, casi tan rápido como habían ganado su repentina popularidad. De hecho, hoy en día Conception se recuerda principalmente por el hecho de que fue la anterior banda de Roy Khan, antes de unirse a Kamelot.
Mirando hacia atrás en el tiempo, uno puede juzgar a “Parallel Minds” a sangre fría y objetivamente, sin tener que sacar conclusiones precipitadas sobre el futuro de la banda. La primera impresión que se crea es que “Parallel Minds” es, de hecho, un disco excelente y memorable. Esto puede sonar vago, pero este álbum realmente tiene algo que decir, ya que parece tener una identidad distinta, un carácter propio. Al escuchar las diez pistas que se incluyen en la lista de reproducción, uno puede asumir fácilmente que “Parallel Minds” debe su alto grado de originalidad y calidad principalmente a dos personas: el guitarrista y compositor Tore Østby y el vocalista y letrista Roy Khan.
Para empezar, el trabajo de guitarra de Tore Østby es nada menos que maravilloso. El guitarrista de Conception no sólo consigue combinar una variedad de influencias del metal (Dream Theater, Yngwie Malmsteen, Pantera) con elementos del jazz y del rock progresivo (principalmente Pink Floyd pero también Rush, en menor medida), sino que además consigue integrar todas estas influencias en su propio y personal estilo. Sus riffs no son extremadamente complicados ni difíciles de seguir, pero se desvelan de manera capaz de cautivar el oído, así como la mente del potencial oyente. Østby parece ser uno de esos guitarristas que encandilan a su público gracias al carácter distintivo de su sonido, sin tener que recurrir a trucos baratos o a velocidades supersónicas para impresionar. El único inconveniente en el trabajo de guitarra de "Parallel Minds" es el hecho de que los solos podrían ser un poco más agresivos o de mayor duración en ciertas ocasiones.
Además, el segundo álbum de larga duración de Conception cuenta con una excelente interpretación vocal de Roy Khan. Hoy en día, la mayoría de los fanáticos del power metal están familiarizados con este vocalista de Noruega, principalmente debido a su excelente trabajo con Kamelot. Sus aportaciones en discos como “Siége Perilous”, “Karma” o el reciente “Ghost Opera”, le han valido el estatus de uno de los mejores vocalistas de power metal contemporáneo. El hecho de que posea una voz única y apasionada, que funciona extremadamente bien en condiciones melódicas, le ha ofrecido a Khan la oportunidad de volverse particularmente famoso. Esto puede sonar descabellado, pero su actuación en “Parallel Minds” trasciende todo lo que ha logrado con Kamelot. Más específicamente, el toque apasionado que ha hecho a Khan tan famoso es evidente en todas las canciones incluidas en Parallel Minds, sin embargo, el vocalista principal de Conception también muestra una voluntad de experimentar con su voz y emplea una serie de otros enfoques, alternativos al “tradicional” melódico. Es más, parece tener un excelente control de su voz. Así, el resultado suena mucho más multidimensional que su trabajo con Kamelot.
El resto de la banda también parecen ser músicos consumados, y el nivel de su interpretación se suma a la calidad general del álbum. Sin embargo, la interpretación técnica de Conception sería de poca importancia si las canciones de “Parallel Minds” no fueran inspiradoras ni imaginativas. Este no es el caso en absoluto: los temas de “Parallel Minds” constituyen la principal fortaleza de este disco. En lo que respecta a su contenido musical, las diez composiciones de Tore Østby representan una amplia variedad de todas las formas saludables de power metal. "Parallel Minds" contiene pistas que suenan pesadas y despiadadas ("Water Confines", "Wolf's Lair"), pistas de ritmo medio con estribillos pegadizos ("Roll The Fire", "Parallel Minds"), incluso una pista con un enfoque más comercial ("The Promiser)", así como una maravillosa balada ("Silent Crying"). Finalmente, el disco se cierra con “Soliloquy”, una canción de nueve minutos de duración donde afloran elementos progresivos (que recuerdan principalmente a Dream Theater). Como se dijo anteriormente, "Roll The Fire" se convirtió rápidamente en un pequeño éxito y representó la mayor parte de la fama que logró Conception. Aunque “Roll The Fire” es de hecho una melodía de calidad incuestionable y mereció la atención que finalmente recibió, es evidente que hay canciones incluso mejores en el álbum.
Es más, Roy Khan merece un elogio especial adicional por sus letras excepcionales. El vocalista principal de Conception parece capaz de saber exactamente cómo describir los sentimientos y pensamientos introspectivos de una persona solitaria e inquieta. Además, las luchas internas no son el único tema que Roy Khan señala: también examina la relación entre la humanidad y la tecnología, así como las emociones de una persona que experimenta un amor insatisfecho. Las palabras elegidas son siempre profundas y precisas, hecho que hace de la letra de “Parallel Minds” otro aspecto positivo del disco.
En general, “Parallel Minds” es un excelente espécimen de power/metal progresivo, un álbum que desafortunadamente fue olvidado mucho más rápido de lo que merecía. Si te lo encuentras, no dude en darle una oportunidad.
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