No es ningún secreto que el metal hunde sus raíces en la música clásica, y eso es lo que el particular género del metal sinfónico intenta enfatizar. DIAMORTE y su último lanzamiento "The Red Opera" no son diferentes.
De hecho, han creado una música que se apoya en las influencias clásicas y ciertamente tiene una atmósfera muy operística. El título del álbum lo dice todo. Es una maldita ópera roja. El disco, de 68 minutos de duración, es un álbum conceptual que cuenta la historia de dos reinos caídos en una tierra moribunda encerrada en un conflicto eterno conocido como "The Great Divide".
La historia que se ofrece junto con la música es sin duda interesante, pero ¿qué hay de la música en sí? Para dar una pista rápida, imagina combinar "The Phantom Agony" de EPICA, "The Thirteenth Floor" de SIRENIA y "Lake of Sorrow" de THE SINS OF THY BELOVED. Las canciones están doradas por la grandeza de los arreglos orquestales y matizadas por una oscuridad abismal proporcionada por las voces. También tiene un humor muy triste y un ambiente catastrófico. Los tiempos lentos y medios ayudan a enfatizar el caos que la música quiere que veas.
La instrumental "Welcome to Shadelands" introduce el álbum perfectamente, dando una gran pista de lo que le espera al oyente antes de lanzarlo directamente a "A Scarlet Misery", que ofrece una música de ópera de estilo auténtico y clásico. En "Ashes and Sorrow" se introducen las voces femeninas, que complementan con fuerza los gruñidos malignos y el inquietante sonido de las sinfonías. Y entonces, el quinto tema "Love Song of the Damned" entra con furia. En este punto, el álbum está claramente en su cúspide: la batería es asombrosa, los cambios de ritmo repentinos entran en juego, los cambios de humor también son fluidos. Sin embargo, es también en este punto donde empieza a aburrir. La canción dura casi 8 minutos, pero podría haberse acortado a sólo 7 o 6 y medio. Además, son muy pocos los elementos nuevos que se añaden, y cada segundo que pasa suena casi completamente igual a los momentos anteriores que han pasado. También se nota la falta de una estructura clara de la canción y eso se debe a que tienen muchas ganas de atar todos los capítulos de la historia que están contando. Esa es siempre la parte más difícil en la creación de un álbum conceptual y muy pocas bandas lo hacen con comodidad y facilidad.
Aunque la integridad de la musicalidad general es incuestionablemente compleja, faltan elementos esenciales. Los estribillos pegadizos, ¿dónde están? ¿Y los riffs? Estas son las cosas que hablan de la memorabilidad de un tema y ni una sola canción de este álbum tiene ninguna de las dos cosas. Definitivamente, disfrutarás escuchando el álbum, pero puede que te resulte difícil apreciar las canciones individualmente porque están tan unidas entre sí que "necesitarás" escuchar lo que vino antes de cada tema para tener una idea de lo que está pasando. Además, elegir una canción favorita es muy difícil, si no imposible, y eso es porque no queda nada realmente después de tocarlo. En general, creo que este álbum está bien, no es tan asombroso pero no está nada mal. Los aspectos positivos son que tiene un sonido de ópera muy rico, un concepto muy bueno detrás de él, y tiene un buen conjunto de vocalistas que ofrecen excelentes actuaciones. Por otro lado, le falta emoción, pegajosidad y memorabilidad.
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